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Toseland, doble campeón del mundo, trató de rodar pese a que hacía sólo unos días que le habían quitado los puntos de su lesionada mano derecha. Simplemente, fue imposible para él disponer de total movilidad en su muñeca, por no hablar de que todavía no goza de fuerza suficiente en la articulación para frenar en las exigentes curvas de Monza.

Su cirujano le había transmitido la imposibilidad de competir en Monza, pero James desveló que "cuando me quitó los puntos, estaba tan contento por mi recuperación que cambió de opinión y me dijo que probase a rodar sin tomar ningún analgésico y, en caso de dolor, parase". Así fue, pues "el pilotaje era muy incómodo y después del primer día noté calambres en la muñeca, llamé a mi cirujano y él me dijo que lo dejase por ahora", algo que Toseland transmitió, "a las ocho de la mañana del sábado lo comuniqué a mi director de equipo y todos los entendieron perfectamente".

Vermeulen tuvo mala suerte en Monza, ya que su lesión en la rodilla derecha está casi olvidada, pero una salida de pista con caída le provocó un profundo corte en el codo izquierdo. La moto se le enganchó con el brazo y al zafarse se produjo la inusual herida. El codo se hinchó y la sutura se rompía cada vez que salía a rodar, por lo que se tomó la decisión de que no participase en Monza.

Chris comentó que "mi codo ha sido el único problema, aunque tuviera el cuerpo magullado tras la caída del viernes". Los médicos "dijeron que el corte necesitaba seis puntos y el codo estaba muy hinchado por dentro", por lo que "me pusieron un drenaje dos veces al día". Por fortuna, "no hay nada más que la herida, causada porque el brazo se me quedó debajo de la moto tras el accidente", concluyó.